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“A los 40 años decidí meter mi vida en una mochila”: la travesía de Cristina Martínez hacia su propio South Philly Barbacoa | Artículo de Opinión

La chef nominada al premio James Beard 2020 comparte cómo su historia de éxito en el restaurante South Philly Barbacoa ha sido todo menos fácil.

Cristina Martínez tomó una ruta larga y destacada para lograr sus objetivos. Comenzó como lavaplatos para ascender hasta convertirse en chef y dueña de un restaurante prominente, que utiliza para defender abiertamente a la población indocumentada.
Cristina Martínez tomó una ruta larga y destacada para lograr sus objetivos. Comenzó como lavaplatos para ascender hasta convertirse en chef y dueña de un restaurante prominente, que utiliza para defender abiertamente a la población indocumentada.Read moreTOM GRALISH / Staff Photographer

Cristina Martínez es propietaria de los restaurantes South Philly Barbacoa y El Compadre.

He escuchado historias muy bonitas de gente que dice: “la cocina es toda hermosa”. Creo que la mía no es así. Pero bueno, cada quien tiene su propio camino.

A los 40 años decidí meter mi vida en una mochila. Me despedí de mis hijos y atravesé el desierto pensando en una vida mejor. Pero, hay mucho riesgo cuando decides encaminarte hacia USA. Es como balancearse sobre un hilo: no sabes si se va a hacer hacia un lado, si se va a romper con tu peso, o si vas a poder seguir. Si llegas a la frontera, te toca arriesgar tu vida en el desierto, sin agua y sin comida.

Hay momentos cuando pierdes todas tus esperanzas de seguir luchando. Pero, yo tenía valentía y coraje. Fui agredida y explotada, por más de 20 años, por mi expareja. Y él siempre me llamaba una “pendeja”, que yo no servía para nada, que sin él yo no iba a hacer nada. Pero, a los 40 años de edad, en el desierto, salió de mí el coraje para mostrarle al mundo quién es Cristina Martínez.

Esa fuerza que me nació para atravesar el desierto, hasta la fecha, la tengo en mis venas. Me sirve para seguir luchando, creando oportunidades para los demás y para dejar algo bueno para las nuevas generaciones.

Ya aquí [en EE.UU.], duré un mes y quince días para encontrar trabajo, hasta que me contrataron en un restaurante. A los dos años [de haber llegado y encontrado empleo], me quedé sin trabajo. Y fue en la peor época, porque andaba en trámites migratorios.

Cuando la comodidad se mueve, se pierde, tienes que cambiar de perspectiva. Terminé en un restaurante donde me pagaban muy poquito y trabajaba 15 horas al día. Pero, lo que hacía era suficiente para alimentar mi idea de tener un restaurante propio. Las cosas no son fáciles. A veces alguien no confía en tus proyectos, pero debes creértelos con todo tu corazón. Y eso se aprende con la edad.

En solo ocho años, la vida ha cambiado un montón y hemos usado la atención [de las masas] para ayudar a la comunidad, darle a la gente empleos de los que pueda vivir y hacer obras. El restaurante se hizo muy popular. Univisión produjo un podcast sobre mi vida y terminamos en todas partes, incluyendo el programa Chef‘s Table de Netflix. Pero, no se engañen. Fue muchísimo trabajo y batallamos para seguir adelante.

Dos semanas antes de la producción de Chef‘s Table, mi hijo de 23 años murió. Mi mano derecha, mi sous chef. Fue justo en la época en que Trump se volvió presidente [en enero de 2017]. La comunidad estaba en pánico. La gente se escondía. Los clientes desaparecieron y los negocios cerraron. El estrés era muy alto y su corazón parece que no aguantó aquello.

Él me enseñó a poner equilibrio en mi vida. Hace seis meses comencé a delegar. Pero, todavía estoy presente para mostrarles a mis clientes lo agradecida que estoy por su apoyo y para regresar a la comunidad lo que me ha dado.

Al final, no importa cuándo pasen las cosas. Solo asegúrate de trabajar mucho por lo que quieres y, como la flor de loto, florecerás sin importar cuán pútridas sean las aguas.

—Como lo cuenta Cristina Martínez a la periodista Michelle Myers. Lee este artículo en inglés.