Ómicron: lo que necesita saber sobre la variante, sus síntomas, la protección de las vacunas y más

Una nueva variante de COVID-19 llamada ómicron está extendiéndose justo a tiempo para interrumpir las fiestas navideñas y las reuniones familiares.

Pero, el presidente Joe Biden dijo en declaraciones televisadas el lunes que la nueva variante es “un motivo de preocupación, no de pánico”.

Susan Weiss, microbióloga y codirectora del Centro de Investigación sobre Coronavirus y Otros Patógenos Emergentes de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, se hizo eco de los comentarios del presidente, alentando a la población a vacunarse y a practicar las medidas de seguridad para evitar enfermarse.

“No es un monstruo, es solo otra variante”, dijo Weiss, quien habló con El Inquirer sobre lo que la gente debería saber sobre ómicron.

Ómicron es una variante de COVID-19 que se identificó por primera vez en Sudáfrica a fines de la semana pasada. La Organización Mundial de la Salud la considera una variante de preocupación, porque tiene el potencial de ser altamente transmisible y puede ser más capaz que otras variantes para infectar a personas que han sido vacunadas o que tienen inmunidad natural tras padecer la enfermedad.

Los científicos y médicos enfatizan que vacunarse es la mejor manera de protegerse contra cualquier cepa de COVID-19, incluida la variante ómicron. Un estudio de laboratorio preliminar publicado el miércoles por la empresa farmacéutica Pfizer encontró que su vacuna contra COVID-19 (de dos inyecciones) ofrecía cierta protección contra la enfermedad de gravedad causada por ómicron, pero no lo suficiente como para evitar que las personas se infecten.

Una tercera dosis, o refuerzo, de la vacuna Pfizer aumentó 25 veces la protección y pudo neutralizar el virus en el estudio de laboratorio. Se necesita más investigación, incluido el análisis de efectividad en el mundo real, para comprender cómo responde ómicron a la vacuna, según Pfizer. Aún no se han completado estudios sobre la efectividad de las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson contra la nueva variante.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha informado de ninguna muerte debido a la variante ómicron. Hasta ahora, no hay evidencia que sugiera que ómicron cause una enfermedad más grave que la variante delta.

Médicos sudafricanos han informado de síntomas más leves en sus pacientes, una mezcla de personas vacunadas y no vacunadas, según informó la agencia de noticias Reuters. Pero la mayoría de los casos se han producido entre adultos menores de 40 años, que por lo general experimentan enfermedades menos graves que los adultos mayores, por lo que los científicos dicen que es demasiado pronto para saber con certeza si la variante ómicron puede causar una enfermedad más grave en algunas personas, especialmente en aquellas con sistemas inmunológicos debilitados.

No necesariamente. Según los primeros informes de la OMS, la variante ómicron parece ser más contagiosa que las variantes anteriores. Los científicos sudafricanos dicen que ómicron se está propagando dos veces más rápido que la variante delta en ese país, según informó el periódico The New York Times. Es importante tener en cuenta que incluso si la variante es más contagiosa, eso no significa que será más mortal. Hasta ahora, no hay evidencia que sugiera que ómicron cause una enfermedad más grave.

Susan Weiss con la Universidad de Pensilvania lo explicó así: el objetivo de un virus es multiplicarse y expandirse tanto como sea posible y se autoselecciona con tal de generar mutaciones que lo ayuden a hacer esto. Los virus se propagan de manera más eficaz cuando las personas infectadas aún pueden realizar sus actividades diarias, yendo a diferentes lugares e interactuando con diferentes personas. Los virus que enferman de gravedad a las personas (que no pueden salir de casa o, peor aún, que las matan) no tienen tantas oportunidades de propagarse.

El Departamento de Salud Pública de Filadelfia anunció el 3 de diciembre que un residente de Filadelfia dio positivo por la variante ómicron. La variante fue identificada por primera vez en los Estados Unidos en California, en un individuo que había viajado recientemente a Sudáfrica. Hasta el 7 de diciembre, se habían confirmado casos de ómicron en 19 estados, incluidos Nueva Jersey, Nueva York, Delaware, Maryland y Ohio. La variante ómicron se ha identificado en más de 50 países, incluidos Canadá, Reino Unido y Australia.

Los científicos y médicos aún están aprendiendo sobre esta nueva variante, pero la OMS dijo el 28 de noviembre que los primeros datos sugieren que los síntomas en las personas infectadas con la variante ómicron son similares a los de las infecciones con la cepa original de COVID-19 y la variante delta. Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, escalofríos, dificultad para respirar, tos, fatiga, dolor de cabeza, dolores musculares y pérdida del olfato o del gusto.

Según la OMS, la evidencia preliminar sugiere que las personas que ya tuvieron COVID-19 (y tienen algún nivel de inmunidad natural) podrían contraer la variante ómicron más fácilmente que otras variantes. Una razón por la que ómicron es una “variante de preocupación” es porque a los científicos les preocupa que sea más capaz de infectar a las personas, incluso si se han vacunado o se han recuperado de COVID-19, por su alto número de mutaciones.

Científicos y médicos enfatizan que vacunarse sigue siendo la mejor manera de protegerse contra cualquier cepa de COVID-19, incluida la variante ómicron. Las personas vacunadas que contraen COVID-19 suelen experimentar síntomas más leves y pueden evitar la hospitalización.

Vacúnese, reciba una vacuna de refuerzo (si han pasado seis meses desde que se vacunó por completo con las vacunas Pfizer o Moderna, o dos meses después de la vacuna J&J de dosis única), use una mascarilla (especialmente en áreas públicas interiores) y tenga precaución en las multitudes.

Las variantes de COVID-19 reciben nombres de letras del alfabeto griego en el orden en que se identifican. Ómicron es la décimo quinta letra del alfabeto griego. La variante delta lleva el nombre de la cuarta letra del alfabeto griego. Las variantes entre esas dos no han atraído mucha atención, porque no se han extendido tanto. Al asignar nombres a las variantes, la OMS omitió las dos letras anteriores a ómicron: nu, porque suena como la palabra nuevo en inglés, y xi, porque es un apellido común.

El presidente Biden dijo en declaraciones a finales de noviembre que no esperaba restaurar las restricciones de viaje interestatales que estaban vigentes en 2020 y no recomendaría que los estados restablecieran otras restricciones de bloqueo, como los límites de capacidad para reuniones en interiores. Ese tipo de restricciones fueron necesarias para proteger a las personas el año pasado, porque las vacunas aún no estaban ampliamente disponibles. Pero ya no son necesarias, siempre que las personas se vacunen, reciban un refuerzo y continúen usando las mascarillas.

A finales de noviembre entró en vigor una restricción de viaje desde Sudáfrica, Botswana, Eswatini, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia o Zimbabwe hacia los Estados Unidos. El presidente Biden dijo que no espera expandir las restricciones de viajes aéreos internacionales.

Para las personas que viajan en avión desde los Estados Unidos, los CDC recomiendan estar completamente vacunados antes de volar, evitar viajar si está enfermo, usar una mascarilla en el interior del avión y verificar si su aerolínea requiere prueba de vacunación o prueba de COVID-19 negativa.

No necesariamente. Los virus mutan constantemente en un esfuerzo por encontrar una forma de propagarse de manera más eficiente. Cuánto más se replica un virus, más variantes puede crear. La vacunación es la forma más eficaz de evitar que el virus se replique. La vacunación no solo lo protege de contraer el virus, sino que evita que el virus se propague y se convierta en nuevas cepas.

Este artículo fue traducido al español por la periodista Jesenia De Moya Correa.